Hay que darle al magín, porque pensar es gratis y hablar más de la cuenta y a destiempo muy caro. En cocina seguro y en política más.
Es una falacia el concepto del gobierno de la lista más votada si no se somete al principio de la doble vuelta electoral para evitar el mercadeo de posiciones de poder.
Ojito con la excesiva devoción por la centralidad, porque se está convirtiendo en una arcadia feliz para mucha gente.
A 4000 metros de altitud y bajo los efectos del mate de coca uno no está para fuertes emociones.
A Podemos se le está poniendo semblante de rifón y a Ciudadanos el de semental a pasos agigantados.
Por fin Madrid recupera la posición política de la que, desde 1979, había sido desahuciada por los llamados grandes partidos nacionales y por otros menores no menos abandonistas de la escena política madrileña.
Pertenezco al grupo de gente que ha defendido el proceso de creación de Podemos como una cosa saludable para la democracia.
Todo se concita para que el "viejo" bipartidismo imperfecto, hijo de la crisis económica social y política de los 70, viva un nuevo “remake”...