Libros y comisiones
Pongamos que entra usted en una librería y abrumado por la variedad de los libros que llenan la mesa de novedades decide pedirle consejo a la librera.
Pongamos que entra usted en una librería y abrumado por la variedad de los libros que llenan la mesa de novedades decide pedirle consejo a la librera.
En estos tiempos de prosaísmo offshore, resulta hasta conmovedor que cuatro mil personas se reúnan en el Coliseum de A Coruña para escuchar esa voz hecha de cuerda y metal.
Ya nada puede sorprendernos. El escándalo de los denominados “Papeles de Panamá”, seamos sinceros, tampoco nos ha escandalizado tanto.
París-Austerlitz carga sobre sus páginas con casi veinte años de escritura, y por lo tanto de dudas, miedos, tanteos y aproximaciones.
Como es habitual en estas santas fechas, el país entero ha vuelto a retroceder en el tiempo, con más pena que gloria.
Tras el impacto de aquella imagen del cadáver infantil de Aylan Kurdi, tendido bocabajo en la orilla de una playa turca, todo se ha vuelto nebuloso.
Aprovechando la coyuntura de la estafa financiera que hemos vivido recientemente, el gobierno del PP se lanzó a recortar los presupuestos de la Sanidad Pública.
Enciendes la radio por la mañana y el café recién hecho empieza a oler intensamente a política.
La Fundación Francisco Franco ha cobrado protagonismo estos días por haber conseguido que el ayuntamiento de Madrid reponga un monumento al Alférez Provisional.
Después de ver la magnífica Spotlight, parece inevitable plantearse ciertas cuestiones acerca del periodismo y su trágica precarización de estos últimos años.
Las calorías son ahora como la prima de riesgo cuando estalló la burbuja inmobiliaria.
Mientras Hacienda persigue con denuedo a nuestros escritores jubilados, lleva al límite de la flexibilidad rotuliana el arte de la genuflexión ante la infanta Cristina.
Decía John Cheever que “la literatura es una fuerza de la memoria que aún no hemos comprendido del todo”.
Pensamientos secretos es el título de un inteligente y divertido (como todos los suyos) libro de David Lodge.
Madre mía, que mal estamos. Fraga acertó de lleno con aquel eslogan franquista: “Spain is different”. El partido que él mismo fundó lo hace posible.
Mientras Asturias y Cantabria ardían en la realidad prosaica del día a día, lo único que parecía importarles a nuestros políticos era el fuego imaginario de Cataluña.
Que el fin de año pueda traernos un pacto entre el PP y el PSOE para formar gobierno sería como la gran broma final del bipartidismo.
Diciembre declina ya hacia los días de excesos publicitarios de la navidad y por la calle veo a gente en mangas de camisa.
Tengo la impresión de que en los debates políticos, en general, como en el fútbol, uno siempre va a muerte con su equipo.