Avaros, miedosos, malcriados
14 de abril de 2009 (08:28 h.)
NUEVATRIBUNA.ES | 9.2.2009Ahora, cuando la crisis se instala entre nosotros con intención de quedarse. Cuando el paro arrecia y se acerca en Madrid a las 370.000 personas en situación de desempleo. Los avaros que nos vendieron un modelo económico ultraliberal en el que ellos ganaban mucho y nosotros mejorábamos un poco.
NUEVATRIBUNA.ES | 9.2.2009
Ahora, cuando la crisis se instala entre nosotros con intención de quedarse. Cuando el paro arrecia y se acerca en Madrid a las 370.000 personas en situación de desempleo. Los avaros que nos vendieron un modelo económico ultraliberal en el que ellos ganaban mucho y nosotros mejorábamos un poco. Los que se hicieron de oro comprando terreno rústico, forzando su recalificación, construyendo y poniendo precio sin límites para viviendas libres. Los que sin poner un duro, para eso estaban los créditos fáciles de la banca, hicieron fortunas. Los que entraron a saco en lo público, en lo de todos, para hacer negocio educativo, hospitalario, residencial, de transporte, carreteras y metros ligeros. Esos avaros nos proponen que para salir de la crisis es necesario despedir más barato. En un ejercicio de descaro explican que despidiendo más barato se puede contratar más. Una manera de decir, le cambio uno de 40 por dos de 20.
Todos sabemos que ni siquiera eso. De lo que se trata es de despedir más con menos costes. Son avaros, han ganado mucho, tienen mucho miedo, no a perder el trabajo, sino a perder los altos beneficios.
Son irresponsables, porque no toman en cuenta que despido barato y bajos salarios son la mejor manera de endurecer la crisis para las familias y prolongarla.
El paro se llevó por delante buena parte del empleo en la construcción a lo largo de 2008. Este mes de enero el aumento del paro en la construcción es de 870 personas. Ahora son los servicios los que entran en caída libre. Servicios a las empresas, y a las familias que ven aumentar el desempleo en 18.000 personas y, muy preocupante. El desempleo en la industria crece en casi 4.000 personas. Reconstruir tejido industrial, que requiere más inversión no es fácil. Todo lo que perdamos en industria es tiempo perdido para superar la crisis.
Pero eso les da igual a ese grupito de empresarios malcriados que viven en la Corte de la Puerta del Sol, que copan la cúpula de las organizaciones empresariales, que se han acostumbrado al negocio fácil y al mercado cautivo de los servicios públicos. Que acuden a todos los actos conmemorativos, inaugurales, reinaugurables, desayunos, cenas, comidas, pasillos, viajes por el mundo, a Bombay si hace falta, donde entre copa y puro se avanzan nuevas oportunidades de negocio.
Y ahora, esos avaros, miedosos y malcriados, cuando el paro viaja a 800 personas más por día y mucha pequeñas empresas cierran por falta de liquidez y crédito de los bancos y muchas familias comienzan a pasarlo mal para pagar la hipoteca y hasta el alquiler. Nos vienen con las recetas del abuelo. Bajos Salario y Despido Barato. Y salen en portadas de periódicos económicos y en páginas de economía de los grandes diarios. Y se sienten importantes, porque algún comentarista “bienpagao” les alaba el gusto y sugiere que un parado lo que quiere es trabajo y no cuánto le pagan por el despido. El problema, tertuliano deslenguado, es que con la que está cayendo nadie contrata. Las contrataciones han caído un 33 por ciento y el número de asalariados baja en la Seguridad Social.
Así que contrato de despido barato es eso, despido barato, más paro, menos dinero en las familias, menos consumo, más dureza de la crisis, una crisis más larga. Además el despido barato y libre ya existe. La no renovación de los numerosos contratos temporales. La utilización de los Expedientes de Regulación de Empleo. El recurso a la suspensión de pagos o la quiebra. El despido improcedente uno a uno. Son fórmulas fáciles y baratas que utilizan cada día. Pero aún las quieren más baratas.
Si CEIM es la liebre de la CEOE para calentar el diálogo social nacional o si actúa a su aire y es la versión neocon de la CEOE e intenta marcarle el camino a sus mayores. Si sólo es deseo de protagonismo, ya lo sabremos. Lo que ya sabemos es que hay empresarios que coinciden con los sindicatos en que la competitividad y la productividad futuras, dependerán de una seria apuesta industrial, de la innovación y calidad de nuestros productos y servicios, de nuestra capacidad de contar con trabajadores bien formados, estables, comprometidos con el trabajo que realizan.
Eso de cara al futuro, a la salida de la crisis. De cara a la crisis hay que fortalecer los servicios públicos de empleo, su capacidad de proteger a las personas desempleadas, de formarlos para nuevas profesiones. De buscar nuevos empleos y nuevas oportunidades de empleo.
Hay empresarios con los que coincidimos en que empresas y familias necesitamos acceso a financiación y compromiso de las entidades financieras con nuestros problemas, con los avales y respaldo de las administraciones, pero sin tardanza y con agilidad.
Avanzar por esa línea sería razonable. Abaratar despidos y bajar salarios es la receta caduca y vieja de los avaros, miedosos y malcriados que nos trajeron el desastre y que pretenden salir a flote hundiendo en el fango a quienes ya estamos pagando la crisis, perdiendo nuestros empleos y nuestras rentas. A veces hasta nuestro piso que, en realidad, era del banco.
El día 7 CCOO y UGT nos manifestamos en Alcalá de Henares para defender la industria y el empleo. El día 11 se abren las mesas de negociación sobre Economía y Empleo en el Diálogo Social.
Los trabajadores esperamos soluciones acordadas, negociadas y no ocurrencias y gracias. Sobre todo porque con sus gracias empezaron nuestras desgracias.
Francisco Javier López Martín es Secretario General CCOO de Madrid
Ahora, cuando la crisis se instala entre nosotros con intención de quedarse. Cuando el paro arrecia y se acerca en Madrid a las 370.000 personas en situación de desempleo. Los avaros que nos vendieron un modelo económico ultraliberal en el que ellos ganaban mucho y nosotros mejorábamos un poco. Los que se hicieron de oro comprando terreno rústico, forzando su recalificación, construyendo y poniendo precio sin límites para viviendas libres. Los que sin poner un duro, para eso estaban los créditos fáciles de la banca, hicieron fortunas. Los que entraron a saco en lo público, en lo de todos, para hacer negocio educativo, hospitalario, residencial, de transporte, carreteras y metros ligeros. Esos avaros nos proponen que para salir de la crisis es necesario despedir más barato. En un ejercicio de descaro explican que despidiendo más barato se puede contratar más. Una manera de decir, le cambio uno de 40 por dos de 20.
Todos sabemos que ni siquiera eso. De lo que se trata es de despedir más con menos costes. Son avaros, han ganado mucho, tienen mucho miedo, no a perder el trabajo, sino a perder los altos beneficios.
Son irresponsables, porque no toman en cuenta que despido barato y bajos salarios son la mejor manera de endurecer la crisis para las familias y prolongarla.
El paro se llevó por delante buena parte del empleo en la construcción a lo largo de 2008. Este mes de enero el aumento del paro en la construcción es de 870 personas. Ahora son los servicios los que entran en caída libre. Servicios a las empresas, y a las familias que ven aumentar el desempleo en 18.000 personas y, muy preocupante. El desempleo en la industria crece en casi 4.000 personas. Reconstruir tejido industrial, que requiere más inversión no es fácil. Todo lo que perdamos en industria es tiempo perdido para superar la crisis.
Pero eso les da igual a ese grupito de empresarios malcriados que viven en la Corte de la Puerta del Sol, que copan la cúpula de las organizaciones empresariales, que se han acostumbrado al negocio fácil y al mercado cautivo de los servicios públicos. Que acuden a todos los actos conmemorativos, inaugurales, reinaugurables, desayunos, cenas, comidas, pasillos, viajes por el mundo, a Bombay si hace falta, donde entre copa y puro se avanzan nuevas oportunidades de negocio.
Y ahora, esos avaros, miedosos y malcriados, cuando el paro viaja a 800 personas más por día y mucha pequeñas empresas cierran por falta de liquidez y crédito de los bancos y muchas familias comienzan a pasarlo mal para pagar la hipoteca y hasta el alquiler. Nos vienen con las recetas del abuelo. Bajos Salario y Despido Barato. Y salen en portadas de periódicos económicos y en páginas de economía de los grandes diarios. Y se sienten importantes, porque algún comentarista “bienpagao” les alaba el gusto y sugiere que un parado lo que quiere es trabajo y no cuánto le pagan por el despido. El problema, tertuliano deslenguado, es que con la que está cayendo nadie contrata. Las contrataciones han caído un 33 por ciento y el número de asalariados baja en la Seguridad Social.
Así que contrato de despido barato es eso, despido barato, más paro, menos dinero en las familias, menos consumo, más dureza de la crisis, una crisis más larga. Además el despido barato y libre ya existe. La no renovación de los numerosos contratos temporales. La utilización de los Expedientes de Regulación de Empleo. El recurso a la suspensión de pagos o la quiebra. El despido improcedente uno a uno. Son fórmulas fáciles y baratas que utilizan cada día. Pero aún las quieren más baratas.
Si CEIM es la liebre de la CEOE para calentar el diálogo social nacional o si actúa a su aire y es la versión neocon de la CEOE e intenta marcarle el camino a sus mayores. Si sólo es deseo de protagonismo, ya lo sabremos. Lo que ya sabemos es que hay empresarios que coinciden con los sindicatos en que la competitividad y la productividad futuras, dependerán de una seria apuesta industrial, de la innovación y calidad de nuestros productos y servicios, de nuestra capacidad de contar con trabajadores bien formados, estables, comprometidos con el trabajo que realizan.
Eso de cara al futuro, a la salida de la crisis. De cara a la crisis hay que fortalecer los servicios públicos de empleo, su capacidad de proteger a las personas desempleadas, de formarlos para nuevas profesiones. De buscar nuevos empleos y nuevas oportunidades de empleo.
Hay empresarios con los que coincidimos en que empresas y familias necesitamos acceso a financiación y compromiso de las entidades financieras con nuestros problemas, con los avales y respaldo de las administraciones, pero sin tardanza y con agilidad.
Avanzar por esa línea sería razonable. Abaratar despidos y bajar salarios es la receta caduca y vieja de los avaros, miedosos y malcriados que nos trajeron el desastre y que pretenden salir a flote hundiendo en el fango a quienes ya estamos pagando la crisis, perdiendo nuestros empleos y nuestras rentas. A veces hasta nuestro piso que, en realidad, era del banco.
El día 7 CCOO y UGT nos manifestamos en Alcalá de Henares para defender la industria y el empleo. El día 11 se abren las mesas de negociación sobre Economía y Empleo en el Diálogo Social.
Los trabajadores esperamos soluciones acordadas, negociadas y no ocurrencias y gracias. Sobre todo porque con sus gracias empezaron nuestras desgracias.
Francisco Javier López Martín es Secretario General CCOO de Madrid