Nokia Suite. Una novela de Alejandro Cernuda
Entre la ficción y el periodismo busca sitio esta novela de Alejandro Cernuda. La vida en un campo de refugiados ha sido pocas veces puesta bajo la mirada escéptica de alguien sin la menor intención de erigirse en crítico de sistemas, dispuesto a pasar desapercibido entre quienes habitan allí, un escritor, tal vez un pillo, sin otro propósito que escapar de esa especie de purgatorio. El personaje principal, quien sabe que tarde o temprano contará esta historia, pues es a lo que se dedica, intenta cruzar el escenario entre bambalinas y sólo ser testigo del drama que se desarrolla a su alrededor.
Una buena parte de la novela se desarrolla en Delfzijl, la pequeña ciudad al norte de los Países Bajos donde una vez Georges Simenon atracó su yate y sacó material para una de sus mejores novelas: Crimen en Holanda. Allí hay uno de esos puntos oscuros en la geografía de Europa, un campo de refugiados, repleto de venidos a Europa por distintas vías. Nuestro héroe, un escritor venido a menos y víctima de un accidente político, se encarga de describir cómo es su vida y la de sus vecinos, en un ambiente de incertidumbre, al tiempo de que el argumento trenza esperanzas y el devenir de quienes, traídos allí por su suerte o libre albedrío, comienzan a parecerse a seres humanos iguales a nosotros si se les juzga por sus sentimientos y aspiraciones.
La novela, entre recuerdos, causas y consecuencias, narra la llegada, vida y huida, porfía en la experiencia documental y un discurso fragmentado, mientras ensaya un símil con El jardín de las delicias, el cuadro de Hieronymus Bosch. Tres amigos, llegados de diferentes rincones y por distintas vías, con maneras muy diferentes de ver el mundo, forman una triada en las que se apoya Alejandro Cernuda para regalarnos un pasaje de la vida diaria en uno de estos campos de refugiados. Hannif, un afgano activista político, ateo y enfermo de bondad; Shehu Buhari, un ex jugador de Rugbi nigeriano, introvertido, adicto al azúcar, del cual el autor no parece saber mucho más y un escritor cubano, un tanto megalómano, sentimental y a la vez pillo, quien cuenta la historia. Tres personajes que se juntan en un denominador común, ayudar a que el tiempo transcurra, mientras otros individuos vagan como zombis, se pelean entre sí, trapichean, deciden volverse locos o intentan suicidarse a ver qué pasa.