Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna
@Montagut | Christian Dam (1852-1920) nació en la isla de Santa Cruz en las Islas Vírgenes. Estudió odontología en la Universidad peruana de San Marcos, graduándose en el año 1872. Llegaría a ser un eminente médico odontólogo en Perú. Se inició en la Masonería y también fundaría la Liga de Libre Pensadores del Perú en el año 1897, y que duraría hasta 1904, defendiendo la libertad de culto, la enseñanza laica y, por supuesto, el pensamiento librepensador. En el año 1896 fundó el semanario El Libre Pensamiento, donde escribieron personajes muy destacados como Pedro Rada, Manuel Dorado, Manuel González Prada, Glicerio Tassara u Octavio Espinoza. Este periódico representó una constante denuncia de los abusos del clero peruano, además de emprender campañas en favor del matrimonio civil y por la secularización del Estado. En 1905 nuestro protagonista publicó El dogma de la libertad de conciencia. Dos años después, salió su Breve Reseña sobre la historia de los jesuitas desde su fundación hasta el año 1907.
El periódico español llegaba a decir que encerraba “aquel anciano luchador el alma más bella de todos los que en el Perú se preocupan del progreso humano”
En 1908 el semanario español Las Dominicales del Libre Pensamiento se hacía eco de Dam a cuenta de un artículo en su defensa que había aparecido en el diario limeño El Liberal. El periódico español llegaba a decir que encerraba “aquel anciano luchador el alma más bella de todos los que en el Perú se preocupan del progreso humano”. Se recalcaba su condición de masón, como Gran Maestre de la Masonería, y como no quiso en su momento transigir con el sometimiento de la misma al deísmo, una polémica que se produjo en el siglo XIX en aquel país andino, aunque en casi toda la Masonería mundial, en relación, especialmente con el empleo de la Biblia en las logias. Al parecer, Christian Dam dejó dicha responsabilidad, y se entregó de lleno a la causa del librepensamiento, aludiendo a la fundación del periódico al que nos hemos referido anteriormente, pero que no pudo mantener siempre. El periódico español terminaba aludiendo a que en ese momento Dam estaba muy entregado a la cuestión social, asistiendo a manifestaciones y apoyando a los trabajadores en defensa de sus derechos.
Podemos acudir al trabajo de Juan Carlos Hilario Melgarejo, “Del radicalismo liberal al anarquismo. Vidas paralelas de Christian Dam y Manuel González Prada”, en vol. 10, nº 1, (2018), pp. 177-197. Además, hemos consultado el número del 31 de enero de 1908 de Las Dominicales del Libre Pensamiento.
