¿Crímenes de guerra en Afganistán?

Es lo que denuncia el fundador de la web que ha difundido documentos secretos sobre la guerra en aquél país, coincidiendo con la información de que un ataque llevado a cabo la semana pasada por las fuerzas de la OTAN en la provincia de Helmand pudo haber dejado al menos 52 civiles muertos.
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 26.7.2010

Julian Assange, fundador de la página web Wikileaks que ha divulgado miles de documentos militares estadounidenses sobre Afganistán filtrados, considera que deben ser investigados de forma urgente porque contienen pruebas de posibles crímenes de guerra.

Assange, que creó la web para sacar a la luz la conducta poco ética de gobiernos y empresas, ha acusado a las fuerzas norteamericanas de encubrir las bajas civiles y ha dicho que una buena parte de los documentos secretos respaldan tales acusaciones. Su página web ha publicado 76.000 informes militares que cubren la guerra en Afganistán entre 2004 y 2010, y ha prometido dar a conocer muchos más en las próximas semanas.

"Corresponde a un tribunal decidir, claramente, si algo es en último término un delito", ha afirmado Assange en rueda de prensa en Londres y ha añadido que "dicho esto, prima facie, parece haber pruebas de crímenes de guerra en este material". u web tiene otros 15.000 documentos retenidos mientras decide si su publicación podría tener implicaciones para la seguridad. Reporteros del diario estadounidense 'New York Times', el británico 'The Guardian' y del semanario alemán 'Der Spiegel' tuvieron acceso al material semanas antes de que éste fuera colgado en Internet.

Assange, que no ha querido revelar la fuente de la filtración, ha dicho que el poder del material yace en su acumulación de pequeños y hasta ahora desconocidos detalles sobre la guerra en Afganistán, más que en la revelación de un gran acontecimiento: "La historia real de este material es que es la guerra, es una maldita cosa tras otra. Es la continuación de pequeños acontecimientos, la muerte continuada de niños".

Al Gobierno estadounidense le ha sentado muy mal la publicación de este material, una de las mayores filtraciones en la historia militar de Estados Unidos, y ha advertido de que podría poner en peligro la seguridad nacional. Pero lo cierto es que este mismo lunes se ha sabido que al menos 52 civiles afganos, incluidos niños y mujeres, murieron la semana pasada a causa del disparo de cohete por parte de las fuerzas de la OTAN en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán.

La información ha sido facilitada por un portavoz del Gobierno afgano, Siyamak Herawi, a Reuters. El hecho sucedió el viernes en el distrito de Sangin, después de que un grupo de civiles irrumpiera en el interior de una vivienda de adobe para huir de los combates entre las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y las milicias de los talibán.

Un portavoz de la ISAF ha confirmado que la OTAN había llevado a cabo una operación contra la insurgencia en Sangin el pasado viernes y ha asegurado que la Alianza está investigando las informaciones sobre las muertes de civiles. "Ahora tenemos allí un equipo de evaluación", ha indicado el comandante Michael Johnson a la agencia Reuters.

Según Herawi, también hubo civiles heridos en el ataque: "La investigación demuestra que el cohete fue lanzado por la OTAN y que 45 civiles, muchos de ellos mujeres y niños, han muerto".

Si se confirma, el incidente de Sangin estaría entre los más graves de este tipo durante la guerra. En septiembre del año pasado, al menos 30 civiles murieron en un ataque aéreo de la OTAN ordenado por las fuerzas alemanas en el norte de la provincia de Kunduz.