“Miradas Cruzadas”: Adoraciones en las Colecciones del Thyssen
El homenaje que ángeles, reyes, pastores y donantes rinden a Jesús y a la Virgen es el hilo conductor de esta exposición.
Sólo san Mateo y san Lucas describen en sus escritos episodios como el Nacimiento de Jesús o las Adoraciones de los pastores y los Reyes Magos, por lo que los artistas tuvieron que recurrir a otras narraciones más ricas en detalles para documentar sus obras, como los Evangelios Apócrifos, las Revelaciones de santa Brígida de Suecia, la Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine y los autos sacramentales del teatro religioso.
En la Adoración de Jacques Daret, la Virgen se encuentra de rodillas, del Niño emana luz y san José porta una candela, referencias que tienen su origen en la visión de santa Brígida. A los Apócrifos se debe la representación de las comadronas, la crédula y la incrédula, cuya presencia refuerza el aspecto sobrenatural del nacimiento de Cristo y la virginidad de la madre, y los trajes, especialmente el de Salomé, se inspiran en los que llevaban los actores en los autos sacramentales.
Los ángeles, mensajeros de Dios, aparecen en casi todas las obras, en unas ocasiones alabando al recién nacido con sus oraciones, entonando cánticos o tocando instrumentos musicales y en otras, anunciando su llegada a los pastores o guiando a los Reyes Magos. Así lo vemos en las obras de Bruyn el Viejo, Piero di Cosimo o Sébastien de Bourdon.
Por último, la alabanza y veneración de la Virgen y el Niño, así como el papel de María como intercesora de Dios ante los hombres, son temas reconocibles en las obras de Palma el Viejo y Jan van Scorel, en las que se muestran donantes en actitud piadosa.