ELECCIONES BRASIL

La derecha crece en las elecciones municipales de Brasil

Lula ante una cabina de votación.
El electorado conservador es el gran desafío para que la izquierda vuelva a ganar las elecciones presidenciales en 2026.

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Javier M. González | @jgonzalezok |
Gabriela Máximo | @gab2301 | 

Las elecciones municipales de este domingo (6) en Brasil dieron la señal de largada para las presidenciales que se celebrarán de aquí a dos años, cuando termina el mandato de Luiz Inácio Lula da Silva. Y las fuerzas de la derecha tomaron la delantera. Eligieron la mayor parcela de concejales en todos los municipios del país y avanzan en la conquista de las alcaldías, bien eligiendo regidores en el primer turno o llevando sus candidatos a la segunda vuelta, que se celebrará el día 27.

Este fue el primer test en las urnas desde las dificilísimas elecciones presidenciales de 2022, cuando Lula derrotó a la extrema derecha del entonces presidente Jair Bolsonaro por menos de dos puntos porcentuales. Las elecciones del domingo mostraron que Lula no consiguió transferir votos para los candidatos de izquierda como en mandatos anteriores. Su Partido de los Trabajadores (PT) encogió nacionalmente y estudia cómo afrontar un electorado conservador cada vez más numeroso. Un desafío agravado por el hecho de que una parcela importante de los electores anti-PT procede de la comunidad evangélica, grupo que impulsa pautas de costumbres conservadoras.

En estas elecciones ha emergido un liderazgo de extrema derecha aún más radical que la órbita de Bolsonaro

Si el resultado del domingo fue duro para Lula, tampoco fue muy bueno para Bolsonaro, que hasta ahora venía concentrando el liderazgo de la derecha. Desde que se desintegró la derecha clásica en las elecciones de 2018, el ultra derechista Bolsonaro atrajo para sí el electorado conservador, anti sistema y evangélico. En estas elecciones fue sorprendido por el surgimiento de un liderazgo de extrema derecha aún más radical: el del hasta entonces desconocido Pablo Marçal, un gurú de autoayuda con un pasado de problemas con la Justicia por robo, sospecha de fraudes bancarios, lavado de dinero y otros ilícitos.

Lanzado a candidato a la alcaldía de São Paulo por un partido minúsculo, Marçal dividió al bolsonarismo y conquistó una parte importante del electorado del ex presidente con un discurso antisistema todavía más radical. Marçal no consiguió pasar a la segunda vuelta, pero su discurso contra todo y contra todos conquistó 1,7 millones de votos, equivalente al 28% de los votos válidos, en la capital más importante del país. La alcaldía de São Paulo será disputada entre el derechista Ricardo Nunes, candidato de Bolsonaro, y Guilherme Boulos, de izquierda, candidato de Lula. Nunes obtuvo el 29,4% de los votos y Boulos el 29%. Incluso dividida, la derecha anti-PT suma casi el 60% de los votos en la metrópolis más rica de Brasil.

El futuro político de Marçal no está claro. Surgió gracias a las redes sociales, donde tiene millones de seguidores, pero carece de estructura. Ni uno solo de los candidatos de su partido salió electo en las legislativas. Y además sus problemas con la Justicia tienen un nuevo capítulo. Cerró su campaña, basada en la provocación y las mentiras, publicando un informe médico falso, que indicaba que su adversario Boulos habría sido internado en el 2021 por un brote psiquiátrico, consecuencia del consumo de cocaína. El documento iba firmado por un médico fallecido y el dueño de la clínica es un amigo y vecino suyo, que a su vez ya fue condenado en el pasado por falsificar su diploma de medicina.

Marçal puede ser inhabilitado por ocho años y condenado. Acaba la campaña electoral con 105 acciones judiciales en su contra por ofensas, desinformación y agresiones. Su forma de hacer política, en la línea del argentino Javier Milei, buscando a toda costa su repercusión en redes sociales, corrompe la política. Marçal, que en el curso de un debate televisivo fue agredido con una silla por otro adversario, aprovechó el incidente para exagerar las consecuencias: ingresó en una ambulancia como si estuviera gravemente herido, apareció después con un brazo escayolado falso, para después admitir que todo había sido un montaje. Lo justificó con la necesidad de llamar la atención. 

Paes logró humillar a la ultraderecha en lo que es la cuna política de Bolsonaro, sacando una ventaja de 37 puntos

A pesar de la fuerza de la extrema derecha, la primera vuelta de estas elecciones municipales dejó también otros datos a tener en cuenta. En primer lugar, la victoria contundente, con un 60,47%, del centrista Eduardo Paes (PSD) en Río de Janeiro. Fue la mayor alegría para el gobierno, porque Paes, que se presentaba a la reelección y que ganó su cuarto mandato, venció con el apoyo de Lula. Paes logró humillar a la ultraderecha en lo que es la cuna política de Bolsonaro, sacando una ventaja de 37 puntos porcentuales al candidato del ex presidente, el ex policía Alexandre Ramagem. Aunque uno de sus hijos, Carlos Bolsonaro, fue elegido concejal con el mayor número de votos en la ciudad. Esto es posible porque concejales y alcaldes van en listas separadas, lo que a veces determina que un alcalde tenga mayoría de concejales opositores. Paes agradeció expresamente el apoyo del presidente Lula en su primer discurso tras la victoria.

Dentro de la derecha, hubo una gran victoria del sector político conocido en Brasil como el centrão, una serie de partidos que se mueven por intereses más que por ideología, aunque claramente están a la derecha. Los distintos partidos que lo integran lograron el mayor número de alcaldes y concejales, ganando en más de la mitad de las ciudades del país. Muchos adoptaron el discurso de extrema derecha bolsonarista para garantizarse el voto del electorado conservador y evangélico.

Gran parte del éxito de estos partidos se debe a una particularidad: la existencia de las enmiendas parlamentarias

Gran parte del éxito de estos partidos se debe a una particularidad del sistema político: la existencia de las llamadas enmiendas parlamentarias. En el sistema brasileño, el Congreso no solo aprueba y/o enmienda el Presupuesto Nacional que presenta el gobierno. También controla determinadas partidas, lo que permite que diputados decidan sobre el destino de parte del presupuesto, con una mecánica siempre bajo sospecha. Y que responden al interés del político de turno más que al interés general. Es muy común que políticos de Brasilia destinen fondos para municipios gobernados por familiares y amigos.

La jornada electoral no tuvo mayores incidencias, más allá de algunos detenidos por intentar comprar el voto con dinero en efectivo. Pero el uso de las urnas electrónicas, que el bolsonarismo intentó deslegitimar en los últimos años, se volvió a demostrar efectivo y por encima de toda sospecha, reponiendo el clima de normalidad que la extrema derecha se había empeñado en alterar sin ninguna prueba.