50 euros menos por la huelga

Comisiones Obreras niega que el paro de funcionarios sea un ensayo de la huelga general. Sin embargo, asegura que el paro general en todos los sectores “ya está convocado” y sólo falta “ponerle fecha”.
> Objetivos: Sanidad, Educación y Justicia
NUEVATRIBUNA.ES/ L.M. - 08.06.2010

Centenares de trabajadores públicos se concentraron a mediodía del martes a las puertas del Ministerio de Economía en Madrid en protesta por los recortes del Gobierno. Entre ellos, Javier, funcionario de la Administración de Justicia, que se mostraba muy crítico con las medidas del Gobierno, “muy injustas”, advertía este trabajador, empleado en el área de notificaciones de embargos de la Comunidad de Madrid.

Javier, que gana unos 1.150 euros mensuales netos, secundó también la huelga y no acudió hoy a trabajar al Instituto Nacional de Estadística (INE), donde se encarga de recopilar datos. En su opinión, muchos compañeros no han secundado el paro por motivos económicos. Él perderá hoy unos 50 euros por parar hoy, lo que unido a la cantidad que el Gobierno se dispone a recortar de sus nóminas, otros 50 euros, le llevarán a perder unos 100 euros en la nómina de junio, afirma, tras opinar que ha habido poca información en su puesto de trabajo sobre la convocatoria de la huelga.

A Eva y Cristina, docentes en un colegio de Madrid, les parece “una tomadura de pelo” que el Gobierno recorte en Sanidad y Educación. Creen que el Gobierno debería haber tomado medidas “antes” y no haber llegado a este recorte. Ganan unos 1.500 euros al mes. Y piensan que mucha gente no ha secundado la huelga por motivos económicos. Además, defienden que la huelga debería haberse convocado antes de que el decreto llegara al Congreso, y con carácter indefinido. “La gente piensa que un día de huelga no lleva a nada”, aseguran.

Todos ellos formaban partes de los trabajadores de la función pública que se concentraron a mediodía frente al Ministerio de Economía en Madrid. Allí estuvo también el secretario de acción sindical de Comisiones Obreras, Ramón Górriz, que negó que la huelga en la función pública haya sido un ensayo para la huelga general en todos los sectores que se convocará si el Gobierno aprueba una reforma laboral “lesiva” para los trabajadores, como se presume. Górriz negó que la huelga de funcionarios haya llegado tarde, y rechazó la posibilidad de llevar a cabo una “huelga preventiva”, tal y como le reclamaron en algunos sectores.

Por su parte, el responsable confederal de Enseñanza de Comisiones Obreras, José Campo, afirmó que el sindicato se encuentra “bastante satisfecho” con el seguimiento de la huelga, aunque admitió que el paro “no ha sido un éxito rotundo”. Por sectores, el sindicato estima que la huelga fue “importante” en algunos sectores como medios audiovisuales, puertos y universidades, mientras que tuvo en los hospitales un seguimiento “muy desigual”, según reveló el responsable estatal de Sanidad de CCOO, Antonio Cabrera.

Cabrera calificó como un “error” la actitud de algunos sindicatos de la Sanidad pública que no se adhirieron al paro y criticó los recortes en este sector que provocarán, a su juicio, que cada día más médicos salgan de España en busca de mejores salarios, ante el “deterioro” de la sanidad española, un sistema que soporta el menor gasto por habitante de la Unión Europea, a pesar de que da cobertura a la mayor población relativa.

Para el secretario general de CCOO Madrid, Javier López, el conflicto social iniciado en la función pública “se va a extender” si el Gobierno aprueba una reforma laboral perjudicial para los trabajadores, hasta llegar a una huelga general que “ya está convocada” y a la que “sólo falta poner fecha”.

Por su parte, el secretario general de UGT Madrid, José Ricardo Martínez, dijo que la huelga de empleados públicos era “una necesidad” y acusó al Gobierno de mantenerse “atrapado” por el “terror” a la reacción de los mercados, por lo cual, abogó, tras este paro, el Ejecutivo debería “reflexionar”.