10.000 personas contra el G-20
28 de junio de 2010 (10:04 h.)
Los incidentes estallaron cuando un puñado de manifestantes, ataviados con indumentaria anarquista, se separó del grupo principal de manifestantes, que marchaban pacíficamente, y la emprendió con bancos, comercios y empresas mutinacionales en el centro de Toronto.
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 27.6.2010
Unas 10.000 personas participaron este sábado en una protesta masiva contra los dirigentes de los principales países desarrollados y las economías emergentes, el G-20, reunidos en Toronto, Canadá. Pequeños grupos de encapuchados se enfrentaron esporádicamente a los policías, equipados con material antidisturbios, y varios manifestantes tuvieron que ser atendidos por heridas y contusiones.
Los manifestantes marcharon hasta la zona donde se encuentran los hoteles donde se hospedan los dirigentes del G-20, fortificada con barricadas y un fuerte dispositivo policial.
El momento de mayor tensión se produjo cuando la marcha llegó hasta el límite de la zona fortificada y los miles de manifestantes quedaron frente a frente con los policías. Los manifestantes corearon consignas como "¡Dejadnos pasar!" y encendieron varias bengalas.
Al menos 130 personas fueron detenidas en la refriega, que estalló cuando varios cientos de manifestantes, algunos ataviados con simbología anarquista, se separaron de un grupo mucho mayor que marchaba pacíficamente. Esos grupos encapuchados rompieron escaparates de comercios, bancos y empresas multinacionales como la cafetería Starbucks e hicieron pintadas contra los dirigentes del G-20.
"Tenemos una enorme cantidad de recursos a mano", explicó una portavoz policial, Wendy Drummond, que calificó la respuesta de la Policía "moderada". Sin embargo, los antidisturbios emplearon porras y llegaron incluso a utilizar gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
La cumbre del G20 se produce entre excepcionales medidas de seguridad y en lujosas instalaciones especialmente construidas para la ocasión. El presupuesto del dispositivo de seguridad, que incluye la cumbre del G8 en Muskoka, a unos 200 kilómetros al norte de Toronto, es de unos US$1.000 millones, una cifra ha sido criticada por la prensa canadiense al exceder lo que otros gobiernos invirtieron en seguridad en otras citas similares.
Grupos opuestos al G-20 han estado manifestandose en Toronto toda la semana anterior a la cumbre, que sigue a una reunión más pequeña del Grupo de las Ocho naciones industrializadas en la ciudad turística de Huntsville.
Unas 10.000 personas participaron este sábado en una protesta masiva contra los dirigentes de los principales países desarrollados y las economías emergentes, el G-20, reunidos en Toronto, Canadá. Pequeños grupos de encapuchados se enfrentaron esporádicamente a los policías, equipados con material antidisturbios, y varios manifestantes tuvieron que ser atendidos por heridas y contusiones.
Los manifestantes marcharon hasta la zona donde se encuentran los hoteles donde se hospedan los dirigentes del G-20, fortificada con barricadas y un fuerte dispositivo policial.
El momento de mayor tensión se produjo cuando la marcha llegó hasta el límite de la zona fortificada y los miles de manifestantes quedaron frente a frente con los policías. Los manifestantes corearon consignas como "¡Dejadnos pasar!" y encendieron varias bengalas.
Al menos 130 personas fueron detenidas en la refriega, que estalló cuando varios cientos de manifestantes, algunos ataviados con simbología anarquista, se separaron de un grupo mucho mayor que marchaba pacíficamente. Esos grupos encapuchados rompieron escaparates de comercios, bancos y empresas multinacionales como la cafetería Starbucks e hicieron pintadas contra los dirigentes del G-20.
"Tenemos una enorme cantidad de recursos a mano", explicó una portavoz policial, Wendy Drummond, que calificó la respuesta de la Policía "moderada". Sin embargo, los antidisturbios emplearon porras y llegaron incluso a utilizar gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
La cumbre del G20 se produce entre excepcionales medidas de seguridad y en lujosas instalaciones especialmente construidas para la ocasión. El presupuesto del dispositivo de seguridad, que incluye la cumbre del G8 en Muskoka, a unos 200 kilómetros al norte de Toronto, es de unos US$1.000 millones, una cifra ha sido criticada por la prensa canadiense al exceder lo que otros gobiernos invirtieron en seguridad en otras citas similares.
Grupos opuestos al G-20 han estado manifestandose en Toronto toda la semana anterior a la cumbre, que sigue a una reunión más pequeña del Grupo de las Ocho naciones industrializadas en la ciudad turística de Huntsville.