miércoles. 17.07.2024
alma felicidad
  1. Epicuro
  2. La felicidad verdadera
  3. La amistad
  4. Tres tipos de placeres
  5. Recomendaciones
  6. Miedo a la muerte
  7. La ética
  8. 'Tetrafármaco'

Actualizado el 17 de junio de 2022

Epicuro

El filósofo griego Epicuro nació en Samos en el año 342 a.c. Perteneció a una familia de la nobleza ateniense.

A los catorce años se trasladó a Teos, para recibir las enseñanzas de Nausifanes, discípulo de Demócrito.

A los dieciocho años se trasladó a Atenas, tras viajar por diferentes lugares de Grecia, regresó a Atenas fundando su propia escuela del Jardín.

El Jardín se hizo famoso por el cultivo de la amistad y por estar abierto a la participación de las mujeres, en contraste con otras escuelas filosóficas helenas.

La felicidad verdadera

La ética de Epicuro se asienta sobre la justicia, la honestidad y la prudencia o equilibrio entre el placer y el sufrimiento.

Epicuro prefiere la amistad al amor, por ser aquella una forma de relación más tranquila.

Piensa este filósofo que sólo a través del dominio personal, la moderación y el desapego se puede alcanzar el tipo de tranquilidad que constituye la felicidad verdadera.

La felicidad para Epicuro es un placer reposado y sereno, basado en la satisfacción ordenada de las necesidades elementales, reducidas a lo indispensable

La amistad

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La filosofía de Epicuro se caracteriza por situarse en el lado opuesto de la filosofía de Platón, afirmando que no hay más que una realidad, el mundo sensible; niega la inmortalidad del alma, resalta el hedonismo como base de la teoría de la ética y como base de vida rechaza el interés por la política; y frente a la reestructuración de la sociedad que afirmaba Platón, Epicuro propone un estilo de vida sencillo y encaminado a la felicidad, en el que la amistad juega un papel clave.

La doctrina de Epicuro proclama que el objetivo de la sabiduría es suprimir los obstáculos a la felicidad.

Esto no significa la búsqueda del placer desenfrenado, sino por el contrario, la de una vida con medida en la que el espíritu pueda disfrutar de la amistad y del ansia por el saber.

La felicidad para Epicuro es un placer reposado y sereno, basado en la satisfacción ordenada de las necesidades elementales, reducidas a lo indispensable.

Tres tipos de placeres

Epicuro describe tres tipos de placeres:

* naturales y necesarios (ej. alimentación); 

* los naturales y no necesarios (ej. una alimentación sabrosa)

* los innaturales e innecesarios (ej. la fama personal).

Recomendaciones

Formuló asimismo unas recomendaciones para estas categorías de placeres:
 
* El ser humano debería satisfacer los deseos naturales necesarios de la manera más económica posible. 

* Se pueden perseguir los deseos naturales no necesarios, hasta la satisfacción del corazón, nunca más allá.

* No se debe arriesgar la salud, la amistad, o la economía en la búsqueda de placeres innecesarios, esto conduce a un sufrimiento en el futuro.

Finalmente, hay que evitar por completo los placeres innaturales innecesarios, pues la satisfacción que producen es efímera.


Miedo a la muerte

Epicuro propone comenzar por eliminar aquello que provoca infelicidad, el temor a la muerte, a los dioses y al dolor físico.

Es célebre su argumentario frente al miedo de la muerte, según el cual, mientras existimos la muerte no existe, y cuando la muerte existe, nosotros ya no, por lo que carece de sentido angustiarse.

Afirma Epicuro, que el alma está formada por pequeñas partículas, átomos, distribuidas por todo el cuerpo, por tanto, la disolución del cuerpo en la muerte conduce a la disolución del alma, que no puede existir fuera del cuerpo y por ello no hay vida futura posible.

La ética

La ética es la culminación de la filosofía epicúrea, como modo de lograr la felicidad, basada en la autonomía y la tranquilidad de ánimo.

'Tetrafármaco'

La lucha contra los miedos que atenazan y paralizan al ser humano es fundamental en la filosofía de Epicuro.

Esto le ha valido el nombre de Tetrafármaco o medicina contra los cuatro miedos más generales y significativos: el miedo a los dioses, el miedo a la muerte, el miedo al dolor y el miedo al fracaso en la búsqueda del bien.

Reflexión

Por último, esta reflexión de Epicuro:

“Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco”.

Tetrafármaco, una medicina para el alma