CINE

'El 47'

Fotograma de la película. Filmaffinity
Eduard Fernández suma a su filmografía una nueva actuación que bien puede valerle otro Goya.

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Ainhoa Mela | @ainhoacriticas

Para Eduard Fernández (Barcelona, 1964) la temporada de premios que se avecina puede que sea una de las más destacables de su carrera. Algo difícil de imaginar teniendo en cuenta que el actor español es uno de los más reconocidos en el panorama cinematográfico actual. Alrededor de 80 películas y series en su filmografía, 3 premios Goyas y una docena de nominaciones llenan la carrera del actor que verá en los próximos meses cómo su trabajo le regala con seguridad nuevos reconocimientos y puede que alguna alegría.

La razón de ello es que en el espacio de dos meses el público podrá ver al actor en pantalla en sendos proyectos llamados a hacerse un hueco en los próximos premios Goya.

A pesar de su reciente presentación en el Festival de cine de Venecia con un éxito arrollador, no será hasta noviembre que se estrenará en las salas de cine españolas “Marco”, basada en la historia de Enric Marco, quien se inventó haber sido prisionero del campo nazi de Flossenbürg desatando un gran escándalo en nuestro país a comienzos de este siglo.

Pero menos tendremos que esperar para que Eduard Fernández protagonice otra de esas películas que cuentan un trozo de nuestra historia que para muchos es desconocida. Y es que este 6 de septiembre llega a las salas de cine “El 47”. Basada en hechos reales, este drama cuenta la historia del movimiento vecinal que en 1978 luchó por hacer de los suburbios de la ciudad condal un lugar más accesible y mejor comunicado para las clases trabajadoras que allí vivían.

Levantado con el esfuerzo de los inmigrantes españoles que se trasladaron a Cataluña durante la época franquista, el barrio de Torre Baró es el escenario de una de esas películas que tanto gustan a nuestro cine. Y es que, con un marcado carácter social, ningun año faltan a la cita con nuestros cines películas que, con un ritmo tranquilo y una estructura lineal, hablan del pasado que no se puede olvidar para que no se vulva a repetir en el futuro.

La pasada temporada era la película “El maestro que prometió el mar” la que con la defensa de la memoria histórica era la gran representante de este género; un puesto que ahora “El 47” llega para disputar.

Lucha de clases, orgullo obrero y defensa de lo público. Estos son los grandes mensajes que se esconden detrás de los diálogos reivindicativos que, a falta de imágenes poderosas y escenas memorables, inundan una película que confía en su historia y en el buen hacer de su elenco para emocionar a un espectador que si no es por ellos bien podría quedarse frío.

Pero hay películas que sólo necesitan un buen actor para que ya merezcan la pena ser vistas.

Y es con el personaje de Manolo Vital, aquel hombre que se adueñó de su autobús para reclamar que el transporte público llegase al entonces aislado barrio de Torre Baró, que Eduard Fernández vuelve a demostrar una vez más por qué es uno de nuestros grandes. Determinación y ese punto de rebeldía de quienes luchan por cambiar las cosas son los elementos destacables de una actuación a la que el catalán sabe infundir la humanidad necesaria mostrando la compleja historia personal y familiar de un hombre convertido en líder improvisado de un movimiento vecinal que ayudó a cambiar la Barcelona moderna.

Es el actor junto con un reparto salpicado de alguna figura conocida lo más destacado de una película que no viene a cambiar las cosas ni a ofrecer nada de lo que ya abunda en nuestro cine. Pero no por ello “El 47” deja de ser una cinta efectista que cumple el expediente; una de esas cintas que, con su sucesión lineal de hechos históricos, mensajes claros y reivindicativos y un protagonista de excepción convertido en el héroe improbable, bien merece ser vista en los cines.