La verdad duele: Con él llegó el escándalo
El film está basado en una historia real, la del médico nigeriano Bennet Omalu, quien se empeñó en demostrar que existía evidencia de que los golpes en los partidos de fútbol americano causaban demencia.
La película dramatiza las tremendas dificultades que llega a sufrir quien se atreve a denunciar una realidad que sacude los cimientos del deporte más popular y rentable de los Estados Unidos.
No queda más remedio que volver a echarse las manos a la cabeza cuando nos damos cuenta de que una película cuyo título original es Concussion (traducido literalmente como contusión) aquí se estrena con el dudoso título de La verdad duele. ¿Por qué no puede llamarse simplemente Contusión? ¿Es que es una palabra demasiado difícil para que el españolito de a pie sepa lo que significa? Igual en otras ocasiones el cambio de título está justificado, pero en la película que nos ocupa ocurre todo lo contrario, ya que la palabra contusión define de manera certera el meollo de la cuestión que resume en gran parte el desarrollo de la trama.
Que la verdad duele ya lo sabemos, aunque puestos a rizar el rizo si se acude al acerbo popular se podría haber optado por otros títulos más sugerentes, tipo “lo que no mata engorda” o “quien bien te quiere te hará llorar”…
La película dramatiza las tremendas dificultades que llega a sufrir quien se atreve a denunciar una realidad que sacude los cimientos del deporte más popular y rentable de los Estados Unidos. Y como el drama está servido, ahí está el bueno de Will Smith para poner todo su empeño en demostrar que es tan buen actor dramático como de comedia.
El guión, escrito por el mismo director del film, Peter Landesman (Parkland; Matar al mensajero) se basa principalmente en dos documentos: un artículo de la revista GQ sobre los hallazgos del doctor Omalu y el libro basado en dicha investigación producido por la periodista estadounidense Jeanne Marie Laskas. Ambos escritos podrían haber dado pie a una intriga mucho más atrayente de lo que a la postre acaba siendo un biopic bastante descafeinado.
Toda la parte romántica en la que el médico se enamora de una chica pobre a la que acoge en su casa está metida con calzador y luce superflua e impostada; y así las escenas de pareja navegan en la monotonía y sólo funcionan de mero relleno para darle vueltas y más vueltas a situaciones vistas mil y una veces. Ella se queda prendada, a las primeras de cambio, de la tenacidad de un hombre con dedicación casi exclusiva a su trabajo y a su profunda religiosidad, convirtiéndose en su compañera de fatigas y acompañándole contra viento y marea en la salud y en la enfermedad, aunque siempre en un segundo plano.
Es una pena que la película no haga especial hincapié en lo que seguramente hubiera interesado más al público: la batalla legal que tuvo lugar cuando Omalu pidió que se cambiaran las reglas de juego en el fútbol americano para intentar minimizar ese tipo de lesiones. La NFL se indignó y pidió al doctor que se retractara, pero éste siguió erre que erre hasta que algunos familiares de jugadores fallecidos en esas circunstancias comenzaron a interponer demandas. En el film sin embargo todo este embrollo se resuelve de un plumazo, sin tensión judicial alguna. El director prefiere apartar los elementos que hubieran enriquecido el relato de los hechos, y en consecuencia el interés por lo que se cuenta va languideciendo hasta rayar el sopor. No hay apuesta formal ni narrativa alguna, quedándonos la sensación de que esta película ya la hemos visto muchas veces.
Drama | 123 min. | EEUU
Título: La verdad duele.
Título original: Concussion.
Director: Peter Landesman.
Guión: Jeanne Marie Laskas, Peter Landesman.
Actores: Will Smith, Alec Baldwin, Albert Brooks, David Morse.
Estreno en España: 12/02/2016
Productora: Scott Free Productions, LStar Capital, Village Roadshow Pictures.
Distribuidora: Sony Pictures Spain.