miércoles. 29.05.2024
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Continuando con lo referido en el artículo anterior, según el neurólogo Davis Owen:

"El complejo de Hybris afecta a aquellos políticos, que se aferran con uñas y dientes al poder".

Este complejo se ha denominado también como enfermedad del poder, y lleva indefectiblemente a la corrupción. Se presenta según Owen en una primera fase de megalomanía y concluye en una paranoia.

Los gobernantes con este complejo, dejan de escuchar, se vuelven imprudentes, piensan que solo sus ideas son acertadas, no reconocen sus errores y se rodean de unos colaboradores genuflexos, que siempre aplauden sus decisiones. Este complejo en políticos y particulares que tienen poder o fortuna, generalmente establece como mecanismo de defensa, una relación de distancia rígida y aislada de su entorno.

Prosiguiendo con la línea argumental en la que se contemplaba la existencia de individuos que por tener en sus genes un alelo (1) dominante, habían adquirido un poder sobre aquellos que habían recibido un gen recesivo, me pregunto ¿cómo a un ser que por su naturaleza carece de empatía se le pueden unir otros seres, que teniendo asimismo cierta dominancia, se someten al que consideran como un líder? ¿Qué es lo que buscan a través de este sometimiento? ¿No es quizás una emulación con la que colectivamente exhibir una dominancia que individualmente no les es dable conseguir? ¿Y cuál sería el objetivo de esa dominancia? ¿No sería quizás la de adquirir la libertad para expresar y compartir de manera violenta (dentro del anonimato que les confiere estar sumergido en la masa), un poder que individualmente no poseen, para manifestar el ideario y las consignas que les hubiera introyectado su líder? (2) ¿No tendrá que ver esta sumisión que se exterioriza como una rebelión, que por ser ambivalentes no pueden ser consideradas como intelectivas?

En la obra de Erich Fromm, "El miedo a la libertad", especuló?:

"No existirá tal vez, junto a un deseo innato de libertad, un anhelo instintivo de sumisión? Y si esto no existe, ¿cómo podemos explicar la atracción que sobre tantas personas ejerce actualmente el sometimiento al "líder"?

Esta sumisión existe y, a mi entender, las causas por las cuales unos individuos que en función de su incapacidad de reconocer lo que representa para sus propios "Yos" el Principio de la Realidad, no han sabido reprimir sus instintos y han adquirido una categoría psicológica que por carecer de la capacidad analítica con la que han eliminado de su plumazo lo que tuvo que ser sus "Superyos", se han convertido en un instrumento destructivo al servicio de los idearios de su "líder". Ejemplos los tuvimos con la aparición socializada del nazismo en Alemania y en Italia; el racismo, la xenofobia, el antisemitismo, la homofobia, el anticomunismo y el anticatolicismo (representado en el Ku Klux Kan con un emblema en sus capuchas, en las que se veía una cruz en cuyo centro figuraba una gota de sangre), en los asaltos promovidos por los monárquicos y "nuestra sagrada madre iglesia" en la Primera y la Segunda República Española; en el asalto al Capitolio de los EE.UU.; y el renacimiento de un nazismo en una UE que nunca lo fue.

desfile_nazismo
Sugestión colectiva como manipulación mental.

Unos hechos que como asociación tribal conllevan unos rasgos que con respecto a los que están fuera de la misma, constituyen un trastorno de la personalidad que podríamos denominar como un Complejo de Personalidad Antisocial (3). Por otra parte, en estas amalgamas también suelen incorporarse, los que sin comulgar con los rasgos que caracterizan a los que están inmersos en ellas, por carecer de personalidad, pretenden encontrar en el poder representado por la masa la forma de configurar la libertad y un sentido s sus vidas que les permita seguir tomándose una cerveza sin encontrarse con su ex. Son aquéllos que por ser partes de una masa en la que ha desaparecido la personalidad, son tan fácilmente manipulables como para que su sentido de la vida lo determinen los medios y el entorno en los cuales están vegetando. En su conjunto constituyen dos grupos en los que los primeros, por frustración, se integran en ella, para que utilizando el anonimato que en la misma encuentran, tratar de revertir lo que para ellos representa su Principio de la Realidad; en cuanto a los segundos, debido a su falta de objetivos y a su extrema maleabilidad, intentan encontrar de manera inconsciente en la masa, actitudes o ideas de otras personas, con las que darle un sentido a sus vidas que paradógicamente no va más allá de poder continuar lo que para ellos significaba su sentido de la vida; una búsqueda que comparte una gran parte de los ciudadanos de este modelo económico social que está representado por lo que figura como título en todos los artículos de esta serie.

En este contexto nos es dable observar que existe una gran diferencia entre unas manifestaciones políticas de naturaleza nazi; y las huelgas y las rebeliones con las que se han venido reivindicando los derechos de los trabajadores, desde que éstos fueron considerados como un factor de producción.

En lo que se refiere a esas manifestaciones políticas nos es dable advertir, que éstas tienen como objetivo reivindicar los supuestos que a una parte de la sociedad les haya inculcado un líder, que tratando de trampear lo que dijo el príncipe de Lampedusa, arguye que si no queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie, cuando lo que en realidad desea es que todo cambie para que bajo su égida todo siga siendo igual. Es decir, transformar para volver a lo que anteriormente tuvo que transformarse.

En cuanto a las huelgas y las rebeliones, por existir ciertas diferencias entre ella, vamos comenzar con las tres primeras huelgas documentadas, que figurando en el Papiro de Turín, encabezaron los trabajadores durante el imperio del faraón Ramsés III. Una interrupción colectiva de las actividades laborales, que se ha venido utilizando desde el siglo XII a.C.,  debido a la corrupción de los capataces y escribas que tenían que distribuir una parte de la apropiación y control estatal de los excedentes agrícolas; y que desde entonces han continuado produciéndose, hasta llegar a la explotación y al incremento de las desigualdades, que de manera omnipresente encontramos en una sociedad, en la que ese tipo de distribución es el rasgo más significativo de una economía capitalista de "libre mercado."

En lo que se refiere a las rebeliones que como un desarrollo violento de lo que han representado estas huelgas, como paradigmas más significativos, en primer lugar tenemos la existencia de unas hambrunas, el despotismo y la altanería de una aristocracia que desencadenó la toma de la Bastilla, el Terror, el fin de la monarquía y el primer y frustrado intento de imponer una democracia que tenía como lema de la Revolución francesa, la libertad, la igualdad y la fraternidad. Una trilogía que desapareció diez años más tarde con la toma del poder por Napoleón Bonaparte. En segundo lugar, la toma del Palacio de Invierno, que teniendo como antecedentes los mismos rasgos que condujeron 128 años antes al asalto a la Bastilla, propició un comunismo que por lo que ideológicamente representaba para el resto del mundo, amén de la corrupción y del terror que imperó en la constituida URSS, se derrumbó 72 años más tarde.

A tenor de lo expuesto y con independencia de las violencias que se suelen desencadenar tanto como consecuencia de lo que dijo el príncipe de Lampedusa, como en las que se originan debido a la explotación y las desigualdades, entre ellas existen unas diferencias que están fundamentadas en la naturaleza de los subjetivismos con los que los autores de estas violencias manifiestan lo que los mueven a actuar. Unas diferencias que nos obligan a seguir explorando lo que en la evolución representa el Darwinismo Capitalista.


(1) El alelo representa el valor de un dominio  que se otorga a un gen cuando rivaliza con otro por la ocupación de posición en los cromosomas.
(2) En el psicoanálisis, este término está representando un proceso inconsciente por el cual el sujeto objeto de esa introyección, incorpora a su ser actitudes, ideas, creencias, etc. de un individuo o grupo de individuos, previa identificación con ellos.
(3) El trastorno de la personalidad antisocial, o sociopatía, es un síndrome en el que una persona no demuestra discernimiento entre el bien y el mal, e ignora los derechos y sentimientos de los demás.

El darwinismo capitalista (VII)