jueves. 27.06.2024
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Colin Farrell en un fotograma de la serie: Imágenes Filmaffinity.

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Guillermo Barrera | @guille_barrera

"Sugar" (2024) 1T 8 Episodios, disponible en Apple Tv. 

Un brillante negro relato detectivesto, que narra durante 8 episodios de apenas media hora cada uno, la historia de un misterioso detective privado, que recibe el encargo, por parte de un reputado productor de Hollywood, de investigar la desaparición de su querida nieta adolescente.

La cabeza pensante del proyecto es Mark Protosevich, guionista y creador de la serie, aquí ofrece su mejor y diría que único proyecto propio, puesto que no ha dirigido nada al menos a destacar. Es principalmente conocido por su faceta como guionista, concretamente por escribir el insípido y bastante flojo remake yankee de “Old Boy” (2013) que dirigió Spike Lee, y luego ha tocado varios guiones de blockbusters, como: “Soy Leyenda” (2007), o “Thor” (2011) del UCM. Estos 8 capítulos que compone la serie, están repartidos entre dos directores: uno es, Adam Arkin, dirige 3 capítulos, lo conoceréis o al menos os sonará porque es actor, y porque ha dirigido capítulos sueltos en muchísimas series reconocidas a lo largo de los últimos 15 o 20 años. Y el otro, el reconocido cineasta brasileño Fernando Meirelles, que dirige 5 capítulos, y es el realizador de una de las mejores películas de la década de los dos mil: “Ciudad de Dios” (2002). Aquí, el cineasta, hace suyo el proyecto, empapando la narrativa de la serie a su estilo. El cast, presenta rostros que sonarán, como Amy Ryan, un ya veterano secundario y gran James Cromwell; participa Anna Gunn (ya mítica Skyler White de “Breaking Bad”) o el protagonista absoluto, un totémico Colin Farrell, que está francamente bien y se come la pantalla. Diría que el reconocido interprete irlandés se encuentra en su mejor momento.

De primeras, su sencillo argumento es muy propio, cerrado en un único género, con un atractivo punto de partida, que traslada a ese cine americano noir contemporáneo…a “Chinatown” (1974) de Polanski, a “L.A Confidencial” (1997) de Curtis Hanson, o por consiguiente, a la novela de la que parte, la obra de James Elroy, historias azabaches, donde todo parte de unos hechos sórdidos, la mayoría, con la ciudad de Los Angeles como telón de fondo. La serie, también ofrece ese prototípico entorno californiano, incluso tiene un pequeño inicio bastante atractivo Neo-noir en Japón, pero, rediseña personajes que se intentan despegar de los prototípicos personajes del género, como por ejemplo, la femme fatal, queda huminazada, cercana y por lo tanto, rediseñada, o el personaje principal, no es el típico antihéroe del cine noir, es decir, un hombre rudo, atormentado por su pasado, que vuelca esos tormentos en el alcohol y el tabaco; si no que más bien es un hombre elegante, amable y sin cinismo, que lucha contra sus demonios internos, pero mantiene un código moral, con una sensibilidad donde no le gusta hacer daño, ni la violencia, ni las armas, a pesar de moverse en ambientes tan escabrosos como sórdidos.

“Sugar”(2024) la definiría como un elegante reflejo casi a modo homenaje al cine negro de la vieja escuela, pero contado desde una perspectiva noir post-moderna, donde se hace una interesante lectura de la conducta humana.

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Todo recae en ese trajeado personaje, bastante atractivo y molón, empapado bajo la enorme carismática presencia de un Colin Farrell, que además, es un personaje cinéfilo, un auténtico amante del cine, lo que supone más aspectos destacables de la serie, como en las constantes referencias y guiños cinematográficos en secuencias concretas, no solo al cine negro, si no también, a un cine autoral e independiente que no todo el mundo ve, como construir una secuencia mediante el fabuloso discurso al amor de la gran Gena Rowlands en “Así habla el amor” (1971) de John Cassavetes, o la referencia directa a una de mis cintas favoritas: “The Thing” (1982) y por lo tanto, a uno de mis directores predilectos: John Carpenter.

En líneas generales, es una serie muy estética, presenta una puesta en escena cuidada, una fotografía colorida, pero que a su vez, juega con un clásico blanco y negro. Está montada a las mil maravillas con elementos muy finos y bien hilados, como por ejemplo, pequeños cortes desconcertantes entre planos, pero bien medidos y acorde con la trama, o adelantar el sonido frente a la secuencia que se va ver, cuestiones técnicas, que hacen a una serie increíblemente atractiva. Por no olvidar, cómo a lo largo de los capítulos, entre planos se inserta de forma fugaz secuencias de otras películas, que acompañan, juegan y van acorde con la acción o el monólogo interno del personaje principal, algunas en color y de otros géneros, como las ya mencionadas, pero la mayoría, suele ser de la época dorada del cine negro… refuerzan así secuencias de la serie, que son momentos de absoluta brillantez y genialidad, con todo ese encanto de un género que personalmente me fascina…Orson Welles, Humphrey Bogart, Barbara Stanwyck, Robert Mitchum, Rita Hayworth, entre tantos… quedan homenajeados, en esta auténtica cascada de referencias.

Es un absoluto deleite todos los paralelismos cinematográficos que es capaz de ofrecer esta serie, sobre todo del cine clásico, de una forma tan elegante y sútil, en un producto que además es bastante moderno.

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El show televisivo respira y saborea el cine en cada uno de sus fotogramas, cabe añadir, el tremendo y bastante arriesgado plot twist que presenta su 6 capítulo, no al gusto de todos, quizá se puede tomar como una absoluta tomadura de pelo, pero lo que sí es evidente, que no deja indiferente a nadie. Pretende jugar con el espectador, sorprenderle y atraparle durante toda la temporada, propiciando de una forma muy original el genero noir.

Solo por lo bien rodada y escrita que está, merece la pena. Atrapa, y cuando te acomodas en la trama, prevés una bajada de ritmo o un previsible desenlace, pero la serie presenta ese giro de guión, en un inesperado volantazo de 180 grados, mezclando géneros, y aportando algo nuevo, sin abandonar esa esencia que cosecha y consigue desarrollar a lo largo de los episodios. Si se consigue entrar en ella, la disfrutarás enormemente. Un inesperado, discreto y adictivo noir, que desemboca en una joya de la televisión.

Review 'Sugar'