jueves. 27.06.2024

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Joan Segovia | @JoanRohan

Operación Amanecer es una propuesta que mezcla acción, horror y humor, presentando un relato de vampiros con un enfoque fresco y entretenido. La obra, escrita por Henry Zebrowski y Marcus Parks, y magníficamente ilustrada por David Rubín, nos introduce en un mundo donde los jóvenes vampiros, llamados "bichos", luchan por recuperar su humanidad en medio de un submundo lleno de criaturas monstruosas y peligrosas.

La trama gira en torno a Hex y Steve, dos vampiros convertidos que se embarcan en una misión para robar un objeto mágico capaz de devolverles su humanidad. Este viaje los lleva a enfrentar una serie de desafíos y encuentros con personajes diversos, desde cazadores de vampiros hasta otros monstruos. La premisa es intrigante y logra captar el interés nuestro interés desde el principio. Los personajes, especialmente Hex con su actitud rebelde y Steve con su conformismo optimista, ofrecen un contraste interesante a la narrativa.

Operación Amanecer es una propuesta que mezcla acción, horror y humor, presentando un relato de vampiros con un enfoque fresco y entretenido

El guion de Zebrowski y Parks, aunque no es particularmente profundo, consigue mantener un buen ritmo y combina bien los elementos de humor negro con situaciones de acción. La dinámica entre Hex, la vampira malota de 350 años, y Steve, un oficinista recientemente convertido, añade un toque de frescura y entretenimiento a la historia. Los ingeniosos diálogos y las situaciones absurdas aportan un equilibrio necesario entre la tensión y la comicidad. Además, el uso de una ciudad subterránea llena de monstruos y una sociedad vampírica con sus propias reglas y jerarquías aporta un trasfondo rico y atractivo.

El arte de David Rubín es uno de los aspectos más destacados de esta obra. Su estilo vibrante y expresivo da vida a los personajes y escenarios, creando una atmósfera que oscila entre lo siniestro y lo humorístico. Rubín logra capturar la esencia de cada personaje con gran detalle, y sus escenas de acción están llenas de dinamismo y energía. Aunque no alcanza la complejidad emocional de sus trabajos más personales, Rubín demuestra una vez más su habilidad para crear narrativas visuales atractivas y dinámicas. El trabajo de color, a cargo de K. J. Díaz y Xulia Pisón, complementa adecuadamente el estilo de Rubín, aunque sin alcanzar la pirotecnia visual de algunas de sus otras obras (no puedo negar mi cariño a Gran Hotel Abismo).

La combinación de un guion sólido y un arte vibrante hacen de este cartoné una adición valiosa a cualquier colección de cómics

La edición de Astiberri tiene una gran calidad y cariño, presentando el cómic en un formato de tapa dura que realza, como se merece. Además, incluye material adicional como bocetos y portadas alternativas de artistas reconocidos, lo cual es un atractivo extra para los aficionados al cómic. Estos extras proporcionan una visión interesante del proceso creativo, siendo un añadido que siempre es bien valorado. En concreto, y esto va a gustos, en los extras, hay una portada de David Aja que ya me gustaría tenerla de póster en mi casa.

Operación Amanecer es una lectura entretenida y bien lograda, que, aunque no revoluciona el género de los vampiros, ofrece una historia divertida y visualmente atractiva. Es una obra que, sin ser imprescindible, cumple con creces su objetivo de entretener y capturar con su narrativa y potencia visual. Más que recomendable para los fans del arte de David Rubín y aquellos que disfrutan de aventuras vampíricas con un toque de humor y acción. La combinación de un guion sólido y un arte vibrante hacen de este cartoné una adición valiosa a cualquier colección de cómics.

'Operación Amanecer': entre la oscuridad y el humor